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Diego Velázquez a través de Tres Grabados, el eco impreso del maestro de la pintura barroca.




En la historia del arte español, pocos nombres brillan con tanta fuerza como el de Diego Velázquez (1599–1660). Maestro indiscutible del Barroco, fue el pintor de la corte del rey Felipe IV y uno de los artistas más admirados por los grandes genios de siglos posteriores. Su dominio de la luz, el realismo psicológico de sus retratos y su estilo suelto y moderno lo convirtieron en una figura universal.

Desde Las Meninas hasta La rendición de Breda, sus obras han influido profundamente en generaciones de artistas, desde Goya hasta Manet y los impresionistas. En Grabados Antiguos Lanzarote nos enorgullece presentar tres grabados excepcionales que rinden homenaje a su legado y que están disponibles para los amantes del arte y coleccionistas exigentes.


1. Retrato de Diego Velázquez por Blas Ametller (1799)

Este grabado al aguafuerte de 1799, fue realizado por Blas Ametller, 35.50cm x 25cm, grabador de cámara del rey Carlos IV. Se trata de un elegante retrato del maestro Velázquez, ejecutado con gran precisión técnica y detalle. Ametller, uno de los grandes grabadores de su tiempo, capta aquí la serenidad y profundidad del pintor sevillano, inmortalizado más de un siglo después de su muerte.

Este retrato no solo es una obra de arte en sí misma, sino también un testimonio del respeto que la figura de Velázquez despertaba en los círculos artísticos del siglo XVIII.





2. Esopo, según Velázquez, grabado por Manuel Esquivel Sotomayor (1796)

Este delicado grabado al aguafuerte de 1796, 54.50cm x 35cm, realizado por Manuel Esquivel Sotomayor, representa la pintura de Esopo que Velázquez ejecutó hacia 1639. Esopo, el legendario fabulista de la Antigua Grecia, fue conocido por sus cuentos morales protagonizados por animales —fábulas que aún hoy forman parte de la literatura universal.

Velázquez lo retrató con una dignidad inesperada para un personaje literario, elevándolo a la categoría de sabio. El grabado de Esquivel captura esa misma profundidad: un hombre humilde, pero con mirada penetrante y gesto reflexivo, símbolo de la inteligencia popular.





3. Phillippe IV chez Velázquez, por Pierre Cottin (1864)

La tercera joya de nuestra colección es una obra de gran formato realizada en 1864 por el grabador francés Pierre Cottin. Titulada Philippe IV chez Velázquez ,71.50cm x 89cm, representa una escena íntima en la que el rey Felipe IV contempla una pintura de su pintor de cámara, en pleno taller. La composición transmite respeto, admiración y la cercanía entre monarca y artista.

Este grabado es también un homenaje al ambiente creativo de la corte española del siglo XVII y a la importancia que Velázquez tuvo como retratista oficial del rey y su entorno.


Estas tres piezas no solo son grabados de gran belleza, sino también testimonios materiales del legado de Velázquez y del impacto que su figura tuvo siglos después de su muerte. Ya sea como inversión, como decoración de alta calidad o como homenaje personal a uno de los grandes genios del arte occidental, estas obras representan una oportunidad única.

En Grabados Antiguos Lanzarote, te invitamos a descubrir y adquirir estos grabados excepcionales. Porque tener arte en casa es también tener historia.

 
 
 

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