Isaac Peral y su submarino: el invento que pudo cambiar el destino de Cuba
- vcunillera2006
- 4 abr
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l 22 de mayo de 1895 fallecía en Berlín Isaac Peral, uno de los grandes genios olvidados de la historia de España. Murió joven, víctima de una meningitis tras una operación por cáncer de piel. Sin embargo, su legado el diseño y construcción del primer submarino torpedero con propulsión eléctrica del mundo sigue siendo motivo de admiración y, también, de reflexión sobre lo que pudo haber sido y no fue.
Marino de vocación, científico autodidacta, inventor incansable, Peral representó lo mejor del espíritu ilustrado del siglo XIX. Dominaba las matemáticas, la física y varios idiomas, entre ellos el alemán. Tras su paso por Cuba, donde combatió en campaña, y por la guerra carlista en la península, Peral decidió aplicar sus conocimientos a un proyecto revolucionario: un buque sumergible, silencioso, indetectable, capaz de lanzar torpedos bajo el agua. Una idea que, de haberse desarrollado, podría haber cambiado el curso de la historia naval.

Gracias al apoyo inicial del ministro de Marina, almirante Pezuela, y con el visto bueno de la Reina regente María Cristina, comenzó la construcción del prototipo en el Arsenal de La Carraca (Cádiz) en 1887. En 1888, el submarino "Peral" realizó sus primeras pruebas con gran éxito: logró navegar sumergido varios kilómetros, mantenerse bajo el agua durante horas y lanzar torpedos con precisión.
Pero el éxito de Peral no fue bien recibido por todos. Parte del alto mando de la Armada —celoso, inmovilista o, directamente, influido por intereses extranjeros— boicoteó el proyecto. Las presiones de potencias como Inglaterra o Francia, temerosas de perder su hegemonía naval, se dejaron sentir. Se ha documentado incluso el papel de logias masónicas que habrían influido en altos cargos del Ministerio de Marina para frenar el avance del submarino, al considerar que rompía el equilibrio naval mundial.
Algunos nombres clave en esta historia de boicot son el almirante Beránger, opositor acérrimo al proyecto, y ciertos ingenieros y oficiales que filtraron información a diplomáticos extranjeros. Peral, víctima de una campaña de desprestigio y sin apoyo oficial, solicitó su baja de la Marina en 1891.

En 1898, apenas una década después de la botadura del submarino Peral, España perdía sus últimos territorios de Ultramar, entre ellos Cuba, tras la guerra con Estados Unidos. Muchos historiadores coinciden: si la Armada hubiera contado con una flotilla de submarinos como el diseñado por Peral, el bloqueo marítimo de las costas cubanas por parte de la flota norteamericana habría sido mucho más difícil, si no imposible. La defensa de la isla podría haber tenido un desenlace distinto.
Pero el submarino fue desmontado, archivado, y su creador condenado al olvido. Solo años después, ya entrado el siglo XX, la Armada Española reconocería su valor bautizando varios submarinos con su nombre.
En Grabados Antiguos Lanzarote queremos rendir homenaje a Isaac Peral con una pequeña colección única: tres xilografías originales de 1890, publicadas en la prestigiosa revista La Ilustración Ibérica. Se trata de:
Un retrato de Isaac Peral.
Una escena del submarino tras una de sus pruebas de inmersión.
Una vista del submarino amarrado en el Arsenal de La Carraca.
Estas xilografías no solo son documentos de gran valor histórico, sino también piezas decorativas de altísima calidad. Elegante y cuidadosamente enmarcadas, pueden transformar cualquier espacio: un despacho, una biblioteca, una sala de estar, un rincón con alma, en un tributo a uno de los grandes olvidados de nuestra historia.
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