En la proximidad de la Semana Santa, una de las épocas más significativas para la cristiandad, es un momento propicio para apreciar y reflexionar sobre obras artísticas que representan momentos clave de la fe. Entre ellas, encontramos un grabado particularmente notable titulado "Noli me tangere nondum adscendi ad patrem meum", creado en 1673 por el grabador Adriaen Lommelin sobre un cuadro de Peter Paul Rubens.
Adrien Lommelain fue un destacado grabador de origen flamenco, cuya habilidad técnica y atención al detalle se reflejan en obras como esta. Su destreza para capturar la esencia de las composiciones pictóricas en grabados de cobre le valió reconocimiento en su época.
Peter Paul Rubens reconocido como uno de los maestros del arte barroco flamenco, proporcionó la inspiración para este grabado con su pintura original. Conocido por su habilidad para representar escenas religiosas con emotividad y realismo, Rubens dejó un legado perdurable en la historia del arte.
La escena capturada en este grabado es de profundo significado. Jesús de Nazaret, resucitado, se muestra a María Magdalena como un jardinero con una pala en la mano. La composición está cuidadosamente elaborada, con Jesús destacando en el centro, los estigmas visibles en sus manos y pies, y María Magdalena arrodillada frente a él, con una expresión de asombro y devoción.
El grabado se presenta con paspartú y tiene una talla de 74cm x 63.50cm, manteniendo un estado de conservación excepcional, lo que permite apreciar en todo su esplendor los detalles y la emotividad de esta representación religiosa.
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